El diario Sur publicó el pasado 4 de julio este reportaje sobre Rafa:
Un bombero que sobrevivió al infierno
El catalán Rafael Olalla se refugia en Nerja tras quedarse ciego en 2006 en una explosión de gas
[Reportaje de Eugenio Cabezas]
«Cuando la vida te deja desnudo sin avisar, lo mejor es reír y amar, porque la vida es tan bonita y extraordinaria que merece la pena vivirla a tope cada segundo, es un espectáculo». Con este alegato optimista y totalmente positivo resume Rafael Olalla (Barcelona, 16 de agosto de 1966) su actitud vital después de la traumática experiencia que le cambió por completo su existencia. Ocurrió el 12 de enero de 2006. Una explosión de gas, en la que murieron dos personas, le destrozó la cara y le dejó ciego.
«He sobrevivido al infierno, sé lo que es estar a punto de morir, ver el camino hacia la muerte, ese largo túnel, en el que efectivamente toda tu vida pasa por delanteen solo unos segundos», confiesa siete años y medio después, recuperado gracias a trece intervenciones quirúrgicas, en las que a este exbombero le han reconstruido por completo el cráneo con más de 70 tornillos. «Son concretamente 73, pero me resultaba más cachondo lo de poner 69 tornillos en el título del libro», confiesa con voz socarrona este profesional, hijo de nerjeños emigrantes en Barcelona.
En la localidad del Balcón de Europa, a la que Olalla lleva viniendo a pasar sus vacaciones desde pequeño, ha encontrado su particular «paraíso y su válvula de escape» tras aquel trágico suceso en el que estuvo a punto de perder la vida. «Aquí me encuentro muy a gusto, aunque no veo tres en un burro, porque solo conservo un 2% de visión en uno de los dos ojos, el otro es una prótesis de cristal, me conozco cada esquina, cada rincón y casi puedo moverme sin ayuda, apenas si salgo con el bastón», confiesa.
«Al principio lo pasé realmente mal, estuve tres meses en coma, casi un año en el hospital, y lo peor fue cuando me pude mirar por primera vez a un espejo, no me reconocí», sostiene con la voz entrecortada, aunque añade: «Ese tiempo ya pasó, gracias a los magníficos profesionales médicos que me han tratado, hoy tengo un rostro reconocible, y lo que es más importante, puedo sonreír, mover la boca y hablar», añade Olalla.
Toda su experiencia vital desde aquel 12 de enero está recogida en el libro ’69 tornillos y ciego, ¿Ahora qué?’, publicado a finales del pasado año por la editorial Éirde Ediciones, que ha escrito gracias a la ayuda de la periodista Ana Belén Callado. «Desde que desperté del coma sentí la profunda necesidad de contar todo lo que había vivido, primero intenté escribirlo, pero como mis anotaciones eran incomprensibles, opté por usar una grabadora. Grabé muchas horas de recuerdos, que gracias a Callado se han podido plasmar en este libro», detalla Olalla, quien recuerda los instantes previos al momento en el que su vida dio un giro de 180 grados, aquel 12 de enero de 2006 en una céntrica calle de Santa Coloma de Gramanet.
Practica ‘kite-surf’
«Esa madrugada no me tocaba trabajar, pero le había hecho el favor a un compañero y le había cambiado la guardia para que se pudiera ir a una fiesta en su pueblo», recuerda. «Cuando llegamos al lugar alertados por un vecino que decía que había un fuerte olor a gas, nos dimos cuenta desde el principio que aquello podía resultar peligroso, pero claro nosotros no podíamos cortar la llave, y teníamos que esperar a los técnicos de Gas Natural», recuerda el ex bombero.
«En un momento en el que entré al edificio situado justo al lado de la arqueta se produjo la deflagración. Parece ser que al cortar el agua, los investigadores apuntan a que el gas pasó por debajo del pasamuros, entrando en el interior del edificio de enfrente de la trampilla, y que una chispa, producida al encender la luz del bloque, produjo la explosión», cuenta.
«El traje de bombero me salvó, pero me quedé ciego y con la cara destrozada», sostiene este profesional, que se sigue sintiendo bombero. «Muchos de mis compañeros son hoy jefes de parque», admite. Sin embargo, Olalla, divorciado y con un hijo de 18 años, Rafa, que acaba de terminar 2.º de Bachillerato, quiere hacer INEF y opositar también para bombero, no ha dejado de disfrutar de la vida «ni un solo segundo». «He viajado a París con la ONCE, he conducido un ‘kart’, he continuado siendo el entrenador del equipo de fútbol de los bomberos de la Generalitat de Barcelona, he hecho ‘kite-surf’ y hasta he metido un penalti sin ver tres en un burro», sostiene. «Mi experiencia es un ejemplo de cómo con risas y mucho amor se puede salir adelante cuando el mundo se pone a girar del revés», añade.
En Nerja tiene muchos amigos, entre los que están los integrantes del grupo de rock La Vihen Zanta, que han compuesto el tema ‘La cara’, en homenaje a la experiencia de Olalla. «Incluso canto con ellos», asegura.
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Bona tarda Rafael, sóc la Maria Masdeu , alumna de Batxillerat, faig el meu treball de Recerca sobre la unitat de cirurgia plàstica i reconstructora de l’ hospital de la Vall d’ Hebrón de Barcelona. El Dr Barret m’ ha parlat de tu i m’ agradaria que em poguessis explicar en persona la teva experiència. Si- us-plau, et pots posar en contacte amb mi? Moltes gràcies!!
Maria Masdeu i Pujol
hola clar que sí, tot que vingui del doctor barret. envia un email a [email protected]. serà un plaer per mi, estar amb tu i tot el vall d’hebron, una abraçada rafa
hola maria escriu a rafaola@hotmail,com i quedem,sense cap problema,una abraçada rafa
rafa,tengo el gusto de conocerte personalmente de algunos saraos en mica,m.angeles ,etc y me gusta decirte que me pareces un tio muy agradable.Un saludo de er pinto.
pinto sabes que as sido una de mis vitaminas en nerja, tu compañia siempre a sido un placer