Lo decidí en el verano del 2007, después de haber superado con éxito mis primeras vacaciones ciego y en buena forma. Éste es el episodio del libro en el que describo el momento en el que decido tirarme a la piscina e irme de vacaciones a Nerja, Málaga, con mi hijo, que en aquel entonces tenía 11 años…
“Como hasta de aquí a un mes no tengo que volver a visitar un médico, me voy a ir al lugar donde siempre soñé retirarme: Nerja, el pueblo malagueño de mis abuelos, donde pasé largos veranos de mi infancia callejeando por sus calles blancas y jugando en la playa de Burriana, la misma en la que rodaron la serie de Verano Azul. Ahora que ya estoy retirado del cuerpo, pienso que Nerja es un buen destino para empezar de cero y buscar de nuevo mi felicidad. Conozco bien el pueblo, sus aceras, sus calles, sus calas y sé que no me hará falta el coche para nada porque puedes ir a cualquier lugar a pie. Voy a tener que probar.
Pero antes de irme solo a Málaga, voy a ir con la mejor compañía. Ahora que ya me he demostrado a mí mismo y a mi familia que puedo valerme solito y desenvolverme en cualquier lugar sin problemas, tengo la primera prueba de fuego para volver a ser padre a tiempo completo… He convencido a la madre de mi hijo para llevármelo 16 días de vacaciones a Nerja. Antes de ir, hemos ido a la ONCE, donde le han explicado cuatro trucos para guiarme, ver los escalones y ayudarme a hacer cosas que antes no hacía.
La verdad es que estoy un poco nervioso por si la aventura no sale muy bien… me da miedo pensar que no voy a poder vigilar a mi hijo mientras se bañe en la piscina del hotel, ya que aunque sepa nadar perfectamente, todos los veranos he estado siguiéndolo con la mirada por si se resbalaba o se hacía daño. Y ahora no me queda más que confiar en él… ¡Qué yuyu!
Por otro lado, espero que estas vacaciones cumplan sus expectativas, ya que van a ser completamente diferentes a las que estaba acostumbrado a pasar conmigo… La última vez que estuvimos solos de vacaciones recuerdo que fue en diciembre del 2005, justo un mes antes del accidente, cuando nos despedimos del camping La Ballena Alegre jugando nuestro último partido de tenis, junto a sus inseparables coleguillas del camping. Con mi hijo siempre he estado practicando deportes y por eso ahora, me da miedo de que se aburra porque de estar divirtiéndose conmigo, a ser mi guía, hay un mundo. Veremos cómo nos va…”
Y ya os avanzo que nos fue genial! En esta foto hecha desde el Balcón de Europa se puede ver uno de mis sitios más visitados en Nerja… la playa y el chiringuito “Papagayo”.
Ya os iré explicando más adelante lo bien que me lo paso por ahí…